En cuanto a la familia Palacios, éstos eran oriundos de la zona de
Miranda de Ebro, actual
provincia de Burgos, en
España. El primero de los Palacios en llegar a Venezuela fue
José Palacios de Aguirre y Ariztía-Sojo y Ortiz de Zárate, natural de Miranda de Ebro en
1647, que falleció en
Caracas en
1703. El resto de los descendientes se unieron en matrimonio con otras familias aristócratas y alcanzaron los puestos de alcalde, regidor, procurador, etc. Dos generaciones después de José Palacios nacería
María de la Concepción Palacios de Aguirre y Ariztía-Sojo y Blanco, hija de Feliciano Palacios de Aguirre y Ariztía-Sojo y Gil de Arriata y de Francisca Blanco de Herrera, descendiente de algunas familias canarias establecidas en Venezuela.
Ella fue la madre de Simón Bolívar.
Simón fue confiado a su tío don Esteban Palacios y Blanco, pero como éste se encontraba enEspaña permaneció bajó la custodia de don Carlos Palacios y Blanco, otro de sus tíos, que por lo visto era un hombre con el que no se llevaba bien y que era tosco, de carácter duro, mentalidad estrecha, que se ausentaba frecuentemente de Caracas para atender sus propiedades y que por lo tanto solía dejar a su sobrino atendido por la servidumbre y asistiendo por su cuenta a la Escuela Pública de Caracas.
Vida militar
Antecedente a la Independencia
Retrato de Bolívar con uniforme de general.
A lo largo de
1808, las presiones de Napoleón desencadenaron una serie de acontecimientos que empeoraron aún más la ya comprometida situación española, el rey
Carlos IV de España abdicó el trono a favor de su hijo
Fernando el
19 de marzo de
1808 después de los sucesos del
Motín de Aranjuez, y más tarde, el
5 de mayo de
1808 se terminó de consumar el desastre para España cuando Carlos IV y su hijo fueron obligados a ceder el trono a Napoleón en
Bayona para designar a su hermano,
José, como nuevo Rey de España. Esto provocó una gran reacción popular en
España que desencadenó lo que hoy se conoce como la
Guerra de la Independencia Española y tanto en
América como en España, se formaron juntas regionales que fomentaron la lucha contra los invasores franceses para restablecer en el trono al monarca legítimo.
El Libertador (Bolívar diplomático) 1860 óleo sobre tela 107 x 69 de Aita (seudónimo de Rita Matilde de la Peñuela) (1840-?), localizado en la colección de arte del Banco Central de Venezuela.
Pero también consideraban que estas juntas tenían derecho de imitar a sus análogas de la Península ya que los dominios españoles eran considerados una parte esencial e integrante de
España cuyos territorios no eran considerados como simples colonias propiamente.
Con el tiempo se fueron formando dos bandos bien diferenciados como resultado de los debates políticos y la inestabilidad internacional: el de los
realistas, que querían continuar bajo la dependencia directa del monarca español, liderado por
Juan de Casas; y el de los patriotas, partidarios de constituir una
Junta de gobierno con una autonomía plena similar a la de las Juntas provinciales en España, pero sin mantener más lazos con la metrópoli diferentes a un reconocimiento formal de
Fernando VII como soberano, queriendo imitar así el ejemplo del
Brasil regido desde
Braganza, con autonomía de
Portugal.
Así a mediados del año 1807, cuando Bolívar volvió a
Caracas se encontró con una ciudad inmersa en un ambiente de gran agitación social y política que era gobernada por personajes interinos bajo la supervisión de un regio Regente visitador visto con malos ojos por la colectividad caraqueña, llamado
Joaquín de Mosquera y Figueroa.
Éste era un ambiente poco propicio para enfrentar situaciones de crisis y fue una circunstancia que ayudó a precipitar los acontecimientos a favor de la Independencia.
Bolívar había vuelto a Caracas absolutamente convencido de la imperiosa necesidad de independencia para América y trató de convencer a sus parientes y amigos de que ésta era la mejor opción pero, salvo la excepción de su hermano
Juan Vicente, no pudo hacerlo fácilmente debido a que las noticias de
Europa llegaban muy tarde y con pocos detalles, por lo que el público se enteraba de las acontecimientos sólo de una forma general e inexacta y esto limitaba su capacidad para evaluar la situación.
Pero las cosas cambiaron repentinamente en pocos días, tras una
serie de acontecimientos que causaron una conmoción general en Caracas. A principios de julio de
1808, el Gobernador encargado de Caracas, Juan de Casas, recibió dos ejemplares del diario londinense
The Times que el Gobernador de
Trinidad remitió antes al de
Cumaná y que relataban la noticia de la abdicación del trono de España en favor de
Napoleón.
Las autoridades trataron de mantener la noticia en secreto para evitar la alarma social pero la llegada del
bergantín francés
Le Serpent al puerto de
La Guaira el
15 de julio de
1808con varios comisionados enviados por Napoleón para confirmar la noticia hicieron fracasar el plan.
Un oficial francés se presentó ante el Gobernador Casas con documentación oficial confirmando las malas noticias de The Times, y mientras en la Gobernación deliberaban sobre la situación, la población empezó a alarmarse por la aparatosa llegada de los franceses, divulgando profusamente la noticia de la desaparición de la monarquía tradicional en periódicos y otras publicaciones.
La reacción popular fue de malestar e indignación y la situación empeoró cuando un capitán de fragata inglés llamado Beaver desembarcó poco después del
Alcasta en La Guaira, tras perseguir al
Le Serpent sin poder apresarlo, para informar al Gobernador Casas y a la población que la lucha en
España para rechazar a los franceses continuaba y que
Napoleón no tenía la situación dominada.
Entonces surgió un proceso político extraño entre el Gobernador,
La Audiencia y el
Cabildo que terminó de socavar el orden colonial vigente y esto hizo que la conmoción en la sociedad caraqueña se orientó en dos direcciones, una representada por Bolívar que quería proclamar la Independencia; y otra representada por otros
criollos que querían mantener la fidelidad a Fernando VII.
Su llegada dio una nueva perspectiva a la situación política ya que empezaron a circular rumores que lo relacionaban como partidario de los franceses, por lo que fue acusado de querer confundir a la población.
Poco después, tras enterarse de los hechos, la Regencia dispuso el bloqueo de las costas de Venezuela pero ya era tarde, desde entonces el proceso independentista sería imparable, y el ejemplo de Caracas fue seguido por el resto de las juntas americanas.
Misión a Londres
El nuevo sistema de gobierno empezó a crear nuevas perspectivas en todos los sentidos. Las noticias de lo sucedido en
Caracas llegaron hasta el Almirante
Alexander Cochrane, comandante de las Fuerzas Navales Británicas del Caribe, que procedió a despachar noticias de lo sucedido a Londres y poner a disposición de la Junta de Caracas la corbeta
Wellington para que llevara hasta
Londres una delegación si así lo querían.
La misión diplomática llegó a
Londres en un momento político delicado ya que entonces
Gran Bretaña estaba dando una costosa ayuda militar a
España y la negativa venezolana de aceptar la autoridad del Consejo de Regencia español resultaba inconveniente en esos momentos.
Sin embargo, Lord Wellesley consideró conveniente recibir a la delegación en su casa particular,
Apsley House, por temor a que sus miembros recurrieran a
Napoleón en busca de apoyo y así aprovechar la ocasión para averiguar las pretensiones venezolanas.
La postura británica fue muy clara desde el principio dando a entender a la delegación que en esos momentos el apoyo político a
Venezuelaera imposible y en un intento de presionar a
España para que les dejase comerciar libremente con sus colonias, los británicos trataron de desviar las negociaciones hacia acuerdos comerciales más acordes con sus intereses.
A pesar de que no se cumplieron todos los objetivos de la delegación, se lograron algunos compromisos importantes gracias a la presencia de
Francisco de Miranda en
Londres, con quien Bolívar empezó a mantener contactos que fomentaron una participación discreta de este mediante sus contactos personales en las negociaciones.
Así Bolívar logró la secreta connivencia inglesa, la apertura del comercio, y la posibilidad de que Inglaterra ejerciera presiones sobre España para favorecer los intereses venezolanos.
Bolívar durante la Primera República
Después de convenir con los ingleses la permanencia de un representante en
Londres, Bolívar embarcó en la corbeta
Shaphire y llegó a
La Guaira el
5 de diciembre de 1810.
Una vez en
Venezuela empezó a hacer gestiones para promover el regreso de
Miranda, que como resultado de estas gestiones, llegó a Venezuela en el bergantín inglés
Avon el
10 de diciembre de
1810 ante una fría recepción oficial por parte de la
Junta Suprema, que poco después lo nombró Teniente General.
Miranda pronto empezó a tener conflictos con el Jefe Militar del Gobierno, el
Marqués del Toro, por su incapacidad para controlar la rebelión realista de
Coro y mientras tanto, las circunstancias políticas habían favorecido la aparición en
Caracas de organizaciones como la
Sociedad Patriótica, que era una especie de asociación independentista que funcionaba como foro de debate político que divulgaba sus conclusiones en una publicación propia titulada
El Patriota de Venezuela.
El
13 de agosto de 1811, fuerzas comandadas por
Miranda, lograron una victoria en
Valencia, contra los rebeldes de dicha ciudad que pretendían recuperar privilegios de su antigua capitalidad y es en esta acción donde Bolívar empezó propiamente su carrera militar al dirigir un ataque a un puesto fortificado que fue su bautismo de fuego y su primera acción distinguida. Así,
Miranda lo propuso para el rango de Coronel y le envió a informar de la victoria al Gobierno de Caracas.
Poco después, Bolívar empezó a levantar la moral en los Valles de Aragua por iniciativa propia por lo que el general Miranda, por entonces comandante en jefe de las fuerzas militares republicanas, lo persuadió de que aceptara el rango de Teniente Coronel en el Estado Mayor y lo nombró Jefe militar de
Puerto Cabello, la principal plaza fuerte de Venezuela.
Dicha plaza era entonces un punto militar clave por sus características coincidentes de puerto, arsenal, prisión militar y principal punto de apoyo y control en la zona. Allí permanecían detenidos los prisioneros de guerra influyentes en el
Castillo San Felipe y a la vez también se encontraba almacenado gran parte del arsenal militar republicano.
A pesar de ser contrario a las normas de seguridad militar se estaba dando esta situación y aunque
Miranda ordenó trasladar a los prisioneros a otro lugar, el traslado nunca se cumplió y fue uno de los motivos que unido a la inexperiencia militar de Bolívar propiciaron la caída de
Puerto Cabello.
Los prisioneros lograron tomar por sorpresa a la guardia y la dominaron gracias a la traición de un oficial al que sobornaron, se apoderaron del Castillo San Felipe y comenzaron a bombardear
Puerto Cabello.
Bolívar trató de recuperar la guarnición durante seis días de combate con las fuerzas que pudo controlar y que al parecer no superaban los cuarenta efectivos pero la situación le era muy desfavorable; no se podía cañonear el castillo por el reducido alcance de la artillería y la ciudad empezaba a ser atacada por las fuerzas del Capitán
Domingo Monteverde y tras lanzar un desesperado ataque frontal sobre el castillo que fracasó, Bolívar decidió abandonar la plaza por vía marítima, logrando escapar a duras penas.
El
30 de julio de
1812, Miranda llegó a
La Guaira con la intención de embarcarse en la nave inglesa
Sapphire en medio de un ambiente en el que pocos sabían que las negociaciones con Monteverde por las que muchos oficiales republicanos se sintieron traicionados se habían iniciado por órdenes del Congreso y no por deseos de Miranda.
Por ello, cuando Miranda se hospedaba en casa del coronel Manuel María Casas, comandante de la plaza, se encontró con un grupo numeroso, en el que se contaban don
Miguel Peña y Simón Bolívar, que lo convencieron de que se quedara, por lo menos una noche, en la residencia de Casas.
A las dos de la madrugada, encontrándose Miranda profundamente dormido, Casas, Peña y Bolívar se introdujeron en su habitación con cuatro soldados armados, se apoderaron precavidamente de su espada y su pistola, lo despertaron y con rudeza le ordenaron que se levantara y vistiera, tras lo cual lo engrilletaron y lo entregaron al español Monteverde.
A cambio de este acto de traición, el español
Francisco-Antonio de Yturbe y Hériz accedería a darle a Bolívar el salvoconducto que éste le había solicitado para exilarse en el extranjero, con el especial favor de Monteverde. En esta ocasión, el jefe español hizo que se viera el acto de haber entregado a Miranda como un servicio al estado español:
Debe satisfacerse el pedido del coronel Bolívar, como recompensa al servicio prestado al rey de España con la entrega de Miranda.
El Manifiesto de Cartagena
Bolívar fue autorizado por Monteverde a trasladarse el
27 de agosto de 1812 a la isla de
Curazao, ocupada por los ingleses, en la
goleta española
Jesús, María y José junto con
José Félix Ribas, Vicente Tejera y Manuel Díaz Casado, donde permaneció un corto período.
También en este manifiesto proponía fórmulas que ayudaran a remediar las divisiones y a promover la unión de los distintos pueblos de América para lograr el objetivo común, la Independencia.
Así al poco de llegar, Bolívar solicitó al gobierno de
Cartagena prestar servicio en sus tropas y le fue concedido el mando de una guarnición de 70 hombres en la pequeña localidad de
Barrancas con la que empezaría a forjarse su futuro prestigio militar.
Al principio, Bolívar estaba subordinado a un aventurero francés llamado
Pierre Labatut pero, en contra de las órdenes de este, decidió tomar la iniciativa realizando una campaña para derrotar a las partidas
realistas que se encontraban en las orillas del
río Magdalena a la vez que aumentaba el adiestramiento y el contingente de sus tropas.
Como resultado de esta campaña, logró liberar varias poblaciones como
Tenerife, El Guamal,
El Banco,
Tamalameque y Puerto Real de Ocaña; logró derrotar a diversas guerrillas
realistas que operaban en la zona y finalmente ocupó
Ocaña.
Ante estos logros, el coronel Manuel del Castillo, Comandante General de
Pamplona, solicitó su ayuda para detener a los
realistas que amenazaban con entrar desde Venezuela. Para ello, el coronel Bolívar tuvo que pedir autorización al Gobierno de
Cartagena para intervenir en territorio del Gobierno de las
Provincias Unidas.
Cuando se la dieron, llegó hasta la frontera con
Venezuela mediante la
Batalla de Cúcuta, acción en la que atacó el
28 de febrero de
1813 a las fuerzas españolas y le dio méritos suficientes para que el Congreso y el Gobierno le nombraran ciudadano de la Unión y le concedieran el rango de
Brigadier a cargo de la División de
Cúcuta.
Desde febrero hasta abril de
1813 tuvo que permanecer en
Cúcuta detenido por trabas legales y por diferencias con Castillo que empezaba a verle con suspicacia ante sus deseos de avanzar sobre Venezuela. Para entonces, Bolívar disponía de una fuerza eficaz y rodeado de una brillante oficialidad neogranadina que estaba dispuesta a seguirlo en una eventual reconquista de Venezuela.
Guerra a muerte
Al principio, cuando entró desde
Cúcuta en febrero de 1813 para iniciar su campaña por los Andes venezolanos, no encontró resistencia por lo que avanzó hasta
Mérida y tomó la ciudad pacíficamente después de que las autoridades
realistas huyeran ante su inminente llegada. Así, en esta entrada triunfal se le concedió por primera vez el título de "El Libertador", por decisión del
Cabildo de Mérida.
Bandera de guerra a muerte de Bolívar.
Rápidamente las fuerzas de Bolívar empezaron a controlar la situación ganando terreno a un enemigo que huía ante el sorpresivo avance que pilló a los
realistas completamente desprevenidos. Finalmente, Bolívar decidió obligar a pelear a las fuerzas
realistas en Los Taguanes, un lugar entre
Tucupido y
Valencia donde les derrotó y forzó una capitulación que se firmó en
La Victoria.
Tras la capitulación española, Bolívar tuvo entonces el camino libre hacia la capital e hizo una entrada triunfal en
Caracas el 6 de agosto de 1813, donde después de un triunfo militar en Mosquiteros le nombraron Capitán General y le ratificarían el título de "
El Libertador" que desde entonces quedó unido a su nombre.
A partir de entonces Bolívar se concentró en organizar el
Estado y dirigir la guerra en lo que parecía ya su etapa final. La actividad administrativa desarrollada por Bolívar adquirió grandes dimensiones y organizó el régimen militar mediante regulaciones, mantuvo el Consulado y creó un nuevo sistema fiscal, un nuevo mecanismo de administración de justicia, modificó el gobierno municipal y ofreció la nacionalidad a cuantos extranjeros quisieran colaborar con la causa republicana.
Igualmente atendió los asuntos económicos mediante incentivos a la actividad agraria, las exportaciones y la búsqueda de mano de obra calificada.
Fue entonces cuando apareció en escena la figura de un Capitán de milicias español llamado
José Tomás Boves, famoso por su valentía, que a principios de 1814, inició operaciones militares en
La Puerta con tropas autóctonas de la región de
Los Llanos venezolanos, autorizadas al saqueo y al pillaje.
Las fuerzas de Bolívar se fueron debilitando a medida que entraban en combate con Boves y sus llaneros debido a la falta de recursos materiales y de tropas de relevo para cubrir las bajas sufridas ante un enemigo que se demostró implacable y que no dudaba en ejecutar a todos los prisioneros para no tener que mantenerlos.
Ante el aumento de la violencia del conflicto y la falta de medios para combatir a Bóves y sus llaneros, Bolívar decidió retirarse con las fuerzas que le quedaban hacia el Oriente venezolano el 7 de julio de 1814 y unir fuerzas con
Santiago Mariño en un esfuerzo común para detener a Boves.
La retirada estratégica de Bolívar produjo como resultado un éxodo masivo de personas desde Caracas hacia Oriente en el que murieron muchas personas que intentaron seguir en su retirada a las fuerzas republicanas por temor a las sanguinarias represalias de Boves.
Debido al acoso que las fuerzas de Boves practicaban con los refugiados caraqueños en persecución, Bolívar decidió hacerles frente en
Aragua de Barcelona el
17 de agosto de
1814 en un intento de retrasar el avance realista y lograr salvar al mayor número posible de refugiados. Tras ser derrotado, Bolívar logró llegar a
Cumaná el
25 de agosto de
1814 y unirse a Mariño.
Pero ya para entonces la
Segunda República de Venezuela estaba herida de muerte, los
realistas irían consolidando su dominio por todo el país a los largo de 1814 y sólo el Oriente venezolano junto a la
isla de Margarita permanecieron en manos republicanas. Sin embargo, el bando republicano se encontraba entonces dividido en facciones lideradas por diversos caudillos que dominaban porciones de territorio y rivalizaban entre sí, desde entonces sería muy difícil para Bolívar coordinar acciones por estos motivos.
Esta situación unida a la conducta del corsario
Giovanni Bianchi, que intentaba aprovechar la situación en su beneficio, desencadenaron una serie de acontecimientos que hicieron que Bolívar saliera con Mariño desde
Carúpano hacia
Cartagena.
Estadía en Jamaica
Litografía de Simón Bolívar.
Bolívar durante su estancia en Haití.
Tras los acontecimientos de
Carúpano, Bolívar llegó a
Cartagena a finales de
1814 para obtener de nuevo ayuda de la
Nueva Granada, que en esos momentos se encontraba también en una situación difícil que le impidió desarrollar nuevos proyectos.
Estas circunstancias y el apoyo que le daba el Gobierno neogranadino hicieron que fuera reconocido como jefe por todos los venezolanos que se encontraban en
Nueva Granada, el 19 de septiembre de 1814 Bolívar se encuentra con
Camilo Torres Tenorio quien preside el Congreso de las
Provincias Unidas de la Nueva Granada y admitiendo los argumentos de Bolívar y ante la derrota sufrida por el General
Antonio Nariño en la campaña del sur en julio de 1814, encarga a Bolívar de la conducción de la guerra. El 10 de diciembre Bolívar toma a
Santa Fe y obliga así a que
Cundinamarca reconozca como autoridad al Congreso de las Provincias Unidas.
Ante la imposibilidad de desarrollar algún proyecto decidió abandonar su cargo en la
Nueva Granada y partir hacia
Jamaica en el buque
La Decouverte, llegando a la isla el
14 de mayo de
1815 y los pocos meses de estar allí escribió con fecha del
6 de septiembre de
1815 la
Carta de Jamaica, un documento que tiene múltiples significados por su forma, contenido y características materiales como texto de reflexión y análisis.
En dicho documento describe en general la situación de América considerándola como un todo unitario y empieza a exponer el proyecto ya preconcebido antes por
Francisco de Miranda de crear una gran confederación americana con el nombre de
Colombia como una realidad a alcanzar por las nacientes repúblicas que sería en adelante la base de su proyecto político.
Sin embargo, la situación de Bolívar en la isla llegó a ser muy tensa ya que se encontraba allí con escasos medios económicos por lo que se vio obligado a pasar estrecheces y llegó a sufrir un intento de asesinato del que salió ileso gracias a que por no poder pagar la pensión donde vivía se vio obligado a mudarse el mismo día del atentado.
Ante la neutralidad del Gobierno británico, que no quería comprometerse a darle un apoyo abierto, y la posibilidad de que los españoles estuvieran intentando asesinarle, Bolívar consideró necesario trasladarse a otro país más seguro donde pudiera organizarse una expedición.
Estadía en Haití
En aquella época
Haití se había convertido en una república independiente de
Francia que daba asilo y respaldaba las causas republicanas en el continente americano. Por ello Bolívar consideró que
Haití era el lugar adecuado para organizar una
expedición militar hacia
Venezuelacon la ayuda del presidente de ese país, el general
Alexandre Petion.
El
19 de diciembre de
1815, Bolívar salió de
Jamaica para
Haití de una manera que él mismo describió como precipitada y llegó al puerto de
Les Cayes el 24 del mismo mes. Cuando Bolívar salió de
Jamaica ya tenía resueltos los aspectos fundamentales de la campaña que tenía en mente y cuyos aspectos requerían un análisis cuidadoso ya que implicaban conseguir respaldo político, ayuda financiera y colaboración técnica, naval y militar.
La expedición, con más de mil hombres, retrasó su partida seis días porque Bolívar esperaba a que se le uniese su amante Josefina Machado, que venía de la
isla de Santo Tomás. Como Brión presionó para continuar, partieron los barcos. Al llegar al sur de la Hispaniola un barco mensajero alcanzó el navío de Bolívar y comunicó que Machado y su familia habían llegado a
Les Cayes, por lo que Bolívar le pidió a Brión que se detuviesen de nuevo y enviase una fragada a recogerlas.
10 Los oficiales británicos y alemanes protestaron y amenazaron con abandonar la expedición, que era tomada tan a la ligera, pero Brión los convenció de que continuasen.
Bolívar y la Gran Colombia
Mapa de la Gran Colombia.
Después del fracaso de la
Segunda República de Venezuela y su corta permanencia en
Nueva Granada como comandante militar, Bolívar se vio obligado a reflexionar sobre la causa de los fracasos previos, la situación internacional y la forma de lograr la independencia de forma duradera.
Sus reflexiones le llevaron a la conclusión de que para alcanzar la independencia definitiva se debía derrotar totalmente a los españoles para impedir que realizaran acciones de reconquista pero esto no sería suficiente, los esfuerzos descoordinados y dispersos de los caudillos regionales a lo largo de
América debían ser unificados bajo un mandato único y como garantía de una independencia permanente se debía crear una república grande y fuerte para poder desafiar las pretensiones de cualquier potencia imperial.
La idea de crear una nación semejante hizo que Bolívar tuviera un objetivo político mucho más amplio y esto en definitiva le movió a actuar de una manera diferente a las anteriores.
Colombia como proyecto político
Ya en la isla de
Jamaica, Bolívar había expuesto la idea de conformar a
Colombia como un país que debía hacerse realidad. Concluyó que para convertir la idea de Colombia en una nación viable y creíble hacía falta crear un gobierno centralizado capaz de coordinar las acciones necesarias para resguardar las fronteras y aglutinar a los distintos pueblos de la América Hispana como garantía de la independencia.
Aunque el proyecto de Colombia como nación lo idealizó en realidad
Francisco de Miranda durante sus acciones precursoras, fue Bolívar quien tuvo el mérito de rescatar este proyecto del baúl de los recuerdos de sus primeros contactos con El Precursor en
Londres y de llevarlo a cabo contra viento y marea hasta su muerte.
Para garantizar la libertad de aquella Colombia, Bolívar consideraba vital conseguir cuanto antes el control sobre Venezuela para impedir que los españoles la utilizaran como puesto de avanzada en tierra firme para sus campañas de reconquista por lo que decidió emprender esta tarea como algo prioritario.
Así desembarcó en la
isla de Margarita a mediados de 1816 decidido a lograr desde el principio el reconocimiento de su liderazgo y después de obtener un éxito inicial con el líder local
Juan Bautista Arismendi preparó la campaña para liberar el continente.
El 16 de julio de 1816 Bolívar desembarcó en
Ocumare de la Costa y emitió una proclama en la que cambiaba su decreto a muerte. En la misma declaraba que los "españoles europeos" no serían matados salvo que estuvieran combatiendo.
11 Allí declaraba que su armada iba a liberar a toda Venezuela. Contaba con 650 soldados, de los que 300 jamás había estado en combate. Bolívar consiguió alistar a unos doscientos negros, pero la mayoría de la población huyó. Entonces procedió a marchar en dirección a Valencia con el fin de establecer desde allí una conexión con los combatientes que se hallaban en los Llanos. Las fuerzas bajo Morales se dirigieron a Valencia y de allí hacia los cerros que llevaban a Ocumare. Después de una corta escaramuza, huyó Bolívar hacia Ocumare y de allí a Bonaire. Al llegar Brión a Bonaire, le recriminó a Bolívar que hubiera abandonado Ocumare de esa manera y le ordenó ir a Cumaná. Brión partió a Margarita para reparar varios barcos y Bolívar desembarcó de nuevo en Cumaná. Allí
Santiago Mariño y
Manuel Piar le recriminaron igualmente la huida de Ocumare y lo amenazaron con llevarlo a una corte marcial y fusilarlo. De acuerdo a
Ducoudray Holstein, Bolívar se convirtió en acérrimo enemigo de Piar desde aquel entonces. Con el fin de evitar más encuentros problemáticos con oficiales revolucionarios, decidió partir de nuevo hacia Haití.
A medida que pasaba el tiempo Bolívar tuvo que lidiar con personajes que habían ganado su generalato a través de la acción pero que por el tipo de guerra que se hacía en ese momento acabaron aceptando la Jefatura Suprema de Bolívar como un mal necesario para poder derrotar a los españoles hasta que a la larga su liderazgo fue indiscutido.
A partir de 1817 se desarrolló un conflicto de poder entre
Manuel Piar, que había liderado la conquista de Guayana, y Simón Bolívar. Piar había derrotado a Morales en El Juncal a finales de 1816 y había tomado Angostura en abril de 1817. Simón Bolívar realizó un consejo de guerra 24 de julio de 1817 para que se reconociese su liderazgo. Bolívar escribió un pronunciamiento contra Piar en agosto. Sedeño fue mandado a aprehenderlo. Acusado de querer eliminar a Bolívar y establecer una
pardocracia, Piar fue fusilado el 16 de octubre de 1817. Con ello, Bolívar quedó claramente como jefe de las fuerzas independentistas en Venezuela.
La consolidación del liderazgo supremo facilitó el control del oriente venezolano y la instalación de Bolívar en
Angostura (hoy
Ciudad Bolívar), que trajo consigo el inevitable y largo enfrentamiento con las fuerzas expedicionarias del general español
Pablo Morillo y la organización de los mecanismos elementales para que el gobierno pudiese funcionar.
Para entonces el
Ejército español ya se encontraba muy desgastado después de la larga campaña de reconquista realizada a lo largo de
América y aunque el general Morillo era un comandante militar muy capaz que intentó por todos los medios paliar la situación no pudo evitar que sus tropas iniciaran un lento pero inevitable declive debido a la falta de recursos y de refuerzos para cubrir las bajas que sufrían.
Ya en
1818, la situación del ejército español en Venezuela se hizo insostenible y Morillo se vio obligado a retirar algunas de sus fuerzas de la
Nueva Granada para intentar contener a Bolívar. Para entonces la situación política y militar era lo bastante buena como para pensar en la organización de un Estado y así fue como se instaló hacia el año
1819 el
Supremo Congreso de la República en
Angostura.
Campaña libertadora en la Nueva Granada
A partir del año
1818 la situación se decantó definitivamente a favor de los patriotas y desde entonces prácticamente su avance por el continente se hizo imparable y, lo que permitió que Bolívar, desde Venezuela y
Francisco de Paula Santander, desde Nueva Granada empezaran a coordinar acciones conjuntas desde sus áreas de influencia que fomentaran una unidad militar.
Para entonces existía en
Nueva Granada un importante foco de resistencia revolucionaria contra las tropas de Morillo en los llanos de
Casanare, zona contigua a los llanos de
Apure y del
Arauca, donde algunos de los revolucionarios neogranadinos más comprometidos se retiraron para resistir la violencia de la Contrarrevolución del comandante militar Sámano como baluarte patriota al mando de Santander, a quien Bolívar ascendió al grado de Brigadier y lo nombró Comandante militar de la División de vanguardia.
Ambos habían elaborado un plan en el que Santander debía preparar la provincia de
Casanare, unificar a los guerrilleros del sur y dar informes a Bolívar sobre las tropas españolas para iniciar la invasión de la
Nueva Granada.
Mientras tanto, Bolívar seguía preparando la invasión militar de Nueva Granada tratando de mantener los detalles de la campaña en secreto por lo que su duración, características, fecha de inicio y alcance eran datos desconocidos, lo cual contribuía a aumentar el factor sorpresa y la imprevisibilidad del ataque.
Morillo estaba al corriente de la llegada de la Legión Británica a
Angostura bajo el mando de
James Rooke e intuyó que el siguiente paso lógico de Bolívar sería unir fuerzas con
José Antonio Páez, destacado líder rebelde de
Los Llanos, por lo que tras analizar la situación decidió atacar el principal reducto rebelde neogranadino en
Casanare con tropas al mando del coronel
José María Barreiro que fueron hostigadas constantemente por las tropas del General
Santander mediante tácticas de guerrilla que fueron desgastando a las fuerzas de la
Tercera División española.
La llegada de la época de lluvias hizo los caminos intransitables y las operaciones militares difíciles por lo que los españoles decidieron replegarse ante la lógica de que el enemigo haría lo mismo.
Sin embargo, el desarrollo de los acontecimientos hacían presentir lo peor al General
Morillo ya que su Ejército expedicionario, exhausto y sin recibír refuerzos desde hacía mucho tiempo, estaba combatiendo contra fuerzas militares eficaces de las que se desconocía su capacidad real.
Es entonces cuando Bolívar realizó una de sus hazañas militares más destacadas, el
Paso de los Andes, que realizó en una estación poco propicia y que se consideraba imposible con los medios de la época. El difícil avance de las tropas patriotas se produjo a través del
Páramo de Pisba, hasta dar alcance a los
realistas el
25 de julio de
1819 en la
Batalla del Pantano de Vargas, en la cual la tropa realista finalmente huyó, situación que le permitió a los patriotas llegar a la ciudad de
Tunja el día
4 de agosto.
Allí se reúne con las tropas patriotas que estaban bajo el mando de
Santander en la población de
Tame (actualmente ubicada en el departamento de
Arauca), en donde comienza la campaña libertadora de la
Nueva Granada.
El ataque de Bolívar logró sorprender a los españoles que, ante el desastre, intentaron tomar medidas.
Barreiro todavía pensaba que podía controlar la situación pero el estado de sus tropas le obligaba estar a la defensiva por lo que decidió replegarse hacia la ciudad de
Bogotá donde las condiciones le serían mucho más favorables.
El enfrentamiento decisivo con los
realistas se produjo en la
Batalla de Boyacá el
7 de agosto de
1819, por medio de la cual se pretendía detener el avance de las tropas leales comandadas por
Barreiro hacia la ciudad de
Bogotá y que resultó en una gran victoria para Bolívar y el ejército revolucionario.
Congreso de Cúcuta
El resultado de este Congreso fue el nacimiento oficial de la República de Colombia, conocida como la
Gran Colombia, mediante la promulgación de la
Ley Fundamental de Colombia y cuya extensión abarcó en ese momento los territorios de la
Nueva Granada y
Venezuelaque se dividen políticamente en tres departamentos:
Cundinamarca (Bogotá), Venezuela (Caracas) y Quito (
Quito).
También el Congreso proclamó, en diciembre de 1821, a Bolívar Presidente de la República y a
Francisco de Paula Santander12 como Vicepresidente de forma que «las Repúblicas de Venezuela y la Nueva Granada quedan desde este día reunidas en una sola bajo el título glorioso de República de Colombia».
Campañas finales
Durante su permanencia en Bogotá, se dieron otros procesos libertarios como el de
Guayaquil el 9 de octubre de 1820 que se llevó a cabo sin la participación de Bolívar, lo cual incidió para que posteriormente el Libertador optara por ocupar aquella provincia que se había declarado independiente bajo la presidencia de
José Joaquín de Olmedo. Recién dos años después Simón Bolívar llega a Guayaquil con su ejército, destituye a la Junta de Gobierno y la anexa a la Gran Colombia.
El
26 de julio de
1822 Bolívar tuvo una
conferencia con San Martín en Guayaquil para discutir la estrategia de liberación del resto de
Perú. Nadie sabe qué ocurrió en la secreta reunión entre los dos héroes sudamericanos, pero San Martín volvió a
Argentina, mientras Bolívar se preparó para la lucha contra los últimos reductos españoles en Sudamérica, en la sierra y el
Alto Perú. En
1823Bolívar fue autorizado por el Congreso de la Gran Colombia para tomar el mando y en septiembre llegó a Lima cuyo gobierno le pedía que dirigiera la guerra y se reunió con Sucre para planificar el ataque. El Congreso peruano le nombró dictador el
10 de febrero de
1824, y a partir de entonces logró controlar las intrigas de la nueva república.
El
6 de agosto de
1824 Bolívar y Sucre juntos derrotaron el ejército español en la
Batalla de Junín. A raíz de esta victoria; el poeta guayaquileño
José Joaquín de Olmedo le escribió el poema épico "Victoria de Junín. Canto a Bolívar", verdadera obra maestra de la poesía de las nacientes naciones suramericanas y de la gran patria ecuatoriana, y en ella, no sólo se describe la batalla; sino también Olmedo pone en boca de
Huayna Cápac los destinos de la América Libre del yugo español.
Bolívar como estratega
Militarmente, las guerras dirigidas por Bolívar no implicaron a un número importante de efectivos, y en total el ejército expedicionario español nunca sobrepasó tampoco la décima parte de la cifra de los
realistas. Sin embargo, Bolívar no era un militar profesional en el sentido literal de la palabra, y mucho menos un teórico de la
estrategia. Su formación militar fue básica, y su instrucción teórica no pasó los límites de las nociones de disciplina y jerarquía. Su paso por las formaciones militares coloniales de
Venezuela fue breve, y se ha comprobado que nunca estuvo en
L'École de Sorèze, ni en ningún otro instituto militar de ninguna clase.
Sin embargo, la forma en que desarrolló sus diversas campañas militares y la terminología utilizada en su correspondencia sugieren que sus éxitos no pudieron deberse a casualidades afortunadas, y que poseía conocimientos de estrategia militar más avanzados
[cita requerida] de los que debía tener por su formación.
Mediante el análisis de sus hazañas bélicas se aprecia que Bolívar utilizaba los fundamentos de la Planificación y Estrategia
[cita requerida] para elaborar sus operaciones y en determinadas acciones demostró tener conocimientos de clásicos del arte de la guerra aplicando tácticas como la del orden oblicuo del rey
Federico II de Prusia, formaciones romanas descritas por
Tito Livio, puso en práctica los principios militares de
Maquiavelo, era consciente de la importancia de la
economía de fuerzas, hacía análisis del terreno y del adversario y consideraba fundamental el uso de la
Logística.
[cita requerida]
Dentro de la literatura militar se sabe que Bolívar leyó
Historias de Polibio y la
Guerra de las Galias de
Julio César pero además existen indicios suficientes para creer que manejó los textos militares de
Mauricio de Sajonia y del Conde de Guibert. Sin embargo, se sabe casi con seguridad que no conoció las obras de Montecuccoli hasta
1824, ni los estudios sobre
Napoleón hasta cuando casi terminó sus campañas militares.
Todo esto da como resultado un balance militar favorable a Bolívar ya que, a pesar de una supuesta escasa formación militar puesta en entredicho, ha demostrado ser un auténtico líder que dio la talla como estratega
[cita requerida] dotado de audacia e imaginación.
Gobernante del Perú
Llegada al Perú
La primera acción de Bolívar fue eliminar las fuerzas de
José de la Riva Agüero,
16 quien fuera
presidente del Perú antes que Torre Tagle y se oponía a la llegada del Libertador, en
Trujillo. Riva Agüero fue apresado en noviembre de ese año pero logró escapar y se fue a
Inglaterra. Mientras tanto, el primer
Congreso Constituyente que estaba próximo a proclamar la primera
Constitución política del Perú emite una resolución señalando que entrarán en suspenso las disposiciones de esa carta magna que sean contrarias a las disposiciones y deseos de Simón Bolívar. La Constitución fue jurada el
11 de noviembre de ese año pero nunca entró en vigencia.
17
El ejército realista tenía el control de la sierra central y el sur del país (actuales
departamentos de
Junín,
Ayacucho,
Cusco y
Arequipa). Por su parte, luego de la derrota de Riva Agüero,
18 las fuerzas del ejército unificado tenían posesión de la costa central y norte, y de la sierra norte (actuales departamentos de
Piura,
La Libertad,
Ancash,
Lima y
Cajamarca). Ante ello, siendo factible la posibilidad de que
Lima fuera invadida por fuerzas realistas (como en efecto lo fue tras el
motín del Callao), Bolívar decidió mudar su cuartel general al pueblo de
Pativilca, 200 kilómetros al norte de Lima.
Bolívar instruye a
Torre Tagle que se acerque a los mandos españoles acantonados en
Jauja para lograr una negociación con la finalidad de ganar tiempo para lograr aumentar su ejército y ser capaz de vencer al realista (que en el manifiesto tras la
batalla de Junín, Bolívar se jactaba de derrotar tras 14 años de triunfos contra los independentistas). Torre Tagle cumple ese encargo pero, paralelamente, es acusado por Bolívar de negociar con el
Virrey La Serna la expulsión del Libertador y obtener así la plenitud de su mandato.
Al margen de esas intrigas, el
5 de febrero de
1824, las tropas bolivarianas de las fortalezas del Callao pertenecientes a la expedición libertadora, acaudilladas al mando de un sargento de apellido Moyano, se levantan en
motín del Callao argumentando falta de pago a los soldados. Esa sublevación liberó a los presos españoles que estaban recluidos en la
Fortaleza del Real Felipe y les entregó las instalaciones y las defensas del puerto. Las fuerzas realistas ocuparon Lima el
29 de febrero, para más tarde replegar su fuerza principal a la
sierra central y sostener una guarnición en el
Callao, cuyas defensas quedaron bajo el mando del militar español de
José Ramón Rodil, en las que se le refugiaron varias facciones patriotas, inclusive el mismo
Torre Tagle que se quedaría en la Fortaleza del Real Felipe donde murió al año siguiente en el
sitio del Callao.
Ante la falta de respuesta del presidente Torre Tagle, el
Congreso lo depone el
10 de febrero y entrega a Bolívar todo el poder político y militar.
19 Acto seguido, el Congreso se autoinmola y entra en receso hasta que el Libertador lo convoque.
20 Bolívar se convirtió en la única y máxima autoridad en el Perú, nombrando como único Ministro General a
José Faustino Sánchez Carrión.
21 Bolívar nombrado jefe supremo, volvió a Pativilca y ordenó el repliegue generalizado del ejército unido a
Trujillo y
Huamachuco.
Formación del ejército
Desde Pativilca, Bolívar empieza las acciones para aumentar el
Ejército Unido Libertador del Perú. Nombra como jefes principales del ejército unido a los generales
grancolombianos Sucre, Córdova y
Lara. Ningún peruano formó parte del estado mayor siendo que sólo el general
José de La Mar estuvo a cargo de la rama peruana del éjercito. Ello se debía a que el Libertador no sentía aprecio por los peruanos tal como se muestran en diversas cartas que envió.
Hiram Paulding, un marino inglés escribió en sus notas de la bitácora que supuestamente Bolívar le refirió sobre los peruanos "
eran unos cobardes y que, como pueblo, no tenían una sola virtud varonil. En suma sus denuestos fueron ásperos y sin reserva... Luego me dijeron que siempre solía hablar así de los peruanos", pero en recientes aclaraciones se ha dejado entrever que estas aseveraciones tuvieron origen ante la lentitud y demora de los peruanos al reaccionar por su emancipación, pero ésta aseveración cae en total contradicción con la gallardía demostrada en la batalla naval de El
Callao, como hecho final que encumbró a la recién creada nación peruana como una república.
22
Bolívar escribió instrucciones precisas sobre todo lo referido a la arma del ejército, en sus cartas incluyó instrucciones desde cómo hacer las correas y cómo herrar los caballos. Así ordenó que los jefes militares tomaran del norte peruano los recursos necesarios, la mayoría fueron obtenidos mediante amenaza y otros fueron simplemente arrebatados de sus dueños. La orden de Bolívar respecto a utilizar la riqueza que hubiere en las iglesias dio lugar a abusos y saqueos por parte de los jefes militares grancolombianos.
Durante todo ese tiempo, la guerra se desarrollaba en el mar. El almirante
Martin George Guisse, jefe de la escuadra peruana, destruyó los barcos de guerra españoles que asediaban las costas peruanas, permitiendo que llegasen pertrechos y refuerzos desde
Colombia y asediando constantemente la fuerza realista de España en Perú; acantonada en el
Callao bajo el mando de
José Rodil.
El
2 de agosto, en la localidad
pasqueña de
Rancas, Bolívar pasa revista al ejército que logró armar y que contaba 12.000 hombres listos para acometer al ejército del virreinato del Perú, que desde principios de 1824 había quedado paralizado por la
Rebelión de Olañeta. El
6 de agosto se dio la
batalla de Junín donde la caballería del ejército realista fue derrotada por primera vez en el
Perú. El
9 de diciembre de ese año se pone fin al virreinato del Perú mediante la victoria en
Ayacucho.
Dictador del Perú
Simón Bolívar por Antonio Salas.
El
10 de febrero de
1825, un año después de que el Congreso entrara en receso, Bolívar lo convoca de nuevo. Este Congreso sesionó por un mes antes de disolverse y dar por concluidas sus funciones el
10 de marzo.
24 Durante este periodo, el Congreso autorizó la salida de 6.000 soldados peruanos a la
Gran Colombia, acordó la entrega de premios a los militares vencedores y emitió una resolución desentendiéndose del futuro que escoja el
Alto Perú.
El
26 de mayo de
1826, el gobierno retira a los municipios el derecho de elegir a sus autoridades
27 y poco después decreta que los prefectos convoquen a los colegios electorales de las provincias para que, cada una, apruebe directamente la
Constitución Vitalicia elaborada por Simón Bolívar que lo nombraba como Presidente Vitalicio.
El
4 de septiembre de
1826, Bolívar se embarca en el bergantín "
Congreso" con dirección a
Colombia dejando en el Perú un "Consejo de Gobierno" cuya misión era lograr la vigencia de la Constitución Vitalicia.
28 Bolívar no regresaría más al Perú. El Consejo de Gobierno no logró que la
Corte Suprema del Perú apruebe la Constitución Vitalicia y el nombramiento de Bolívar como Presidente Vitalicio por lo que recurrió al
Cabildo de Lima que, presionado, dio validez a las actas de los colegios electorales y luz verde a la promulgación de la Constitución.
29 Esta constitución sólo tuvo vigencia hasta el
26 de enero del año siguiente cuando cae el Consejo de Gobierno y se convocan nuevas elecciones.
Durante su gobierno, Bolívar dio cumplimiento al acuerdo de "reposiciones" del ejército grancolombiano, en virtud de los cuales se debía reponer a éste las bajas que sufriera durante las batallas libradas en el Perú, no sólo por muertes en
campo de batalla sino también por deserciones y enfermedad. Para ello, el Libertador ordenó el reclutamiento forzoso de peruanos para la formación de tropas y su posterior envío a
Venezuela, ello se dio mientras se mantenían en el Perú las tropas grancolombianas.
El Libertador restituyó el Tributo indígena
30 estableciendo su "reducción al monto que se pagaba en 1820", contribución que debían pagar los indígenas peruanos por el sólo hecho de ser indígenas.
José de San Martín había
abrogado esa contribución el 27 de agosto de
1821 por lo que la norma no hizo sino reinstaurar un pago ya proscrito. Por otro lado, prohibió la
mita31 y se garantizó como en las otras naciones recientemente independizadas la
libertad de vientres, con la cual se garantizaba que los hijos de esclavos que sirvieran y se circunscribiesen y tuvieran en embarazo a sus esposas los hijos de estas uniones nacerían libres, y aquellos soldados que en anterioridad fuesen
esclavos, se les concedería su libertad, como recompensa por sus leales servicios a la causa libertadora.
Bolívar creó varios importantes colegios nacionales como el
Colegio Nacional de Ciencias36 y el colegio Educandas
37 en el
Cusco, instituciones que fueron conocidas como los
colegios bolivarianos. Igualmente fundó el
Diario Oficial El Peruano, gaceta oficial del Estado Peruano. Expidió la primera Ley de Imprenta que logró reprimir toda fuente escrita que lo desfavoreciera. El reglamento de esa ley condenaba a seis años de prisión a los autores de los escritos que el gobierno considerase como subversivos y prohibía las sátiras contra disposiciones gubernamentales.
38
Dentro de las finanzas peruanas, el gobierno de Bolívar realizó dos actos principales. En primer lugar, se establecieron las recompensas para el ejército unificado, cuyo pago estuvo a cargo del Estado Peruano hasta mediados del
siglo XIX y se negoció un empréstito con
Inglaterra del que sólo se recibió el 25% del capital y se tuvo que pagar el íntegro más intereses. Bolívar recibió un país quebrado y su administración no mejoró ese punto.
Vida política
Monumento conmemorativo en la Quinta de San Pedro Alejandrino, lugar donde falleció Bolívar. Santa Marta, Colombia.
El
6 de agosto de
1825 Sucre creó el Congreso del
Alto Perú en el cual creó la República de
Bolivia en honor de Bolívar. La Constitución de 1826, aunque nunca fue usada, fue escrita por Bolívar mismo. También en 1826 Bolívar convocó al
Congreso de Panamá, la primera conferencia hemisférica.
Cuando iba camino de Venezuela, llamado por el estallido de la sublevación de
la Cosiata, que había tenido lugar el 30 de abril de 1826, en Perú le nombraron presidente vitalicio el 30 de noviembre de ese año, pero el Libertador no aceptó. Siendo nombrado Presidente de Perú el general
Andrés de Santa Cruz el 28 de enero de 1827.
Pero a partir de
1827 debido a rivalidades personales entre los generales de la revolución, explotaron conflictos políticos que terminaron por destruir las perspectivas de una unión sudamericana por la cual Bolívar había luchado.
Ya en Venezuela, indultó a los comprometidos en la Cosiata y el
1 de enero de 1827 sostuvo en el cargo de jefe superior civil y militar a
Páez. Reformó los estatutos de la Universidad de Caracas (actual
Universidad Central de Venezuela) y se dirigió a Santa fe de
Bogotá el
5 de julio siguiente para convocar una convención que debía crear una nueva constitución y el restablecimiento de la concordia nacional después de las batallas contra los españoles y las discordias entre los partidos. Bolívar no regresó nunca a Venezuela.
La
convención se reunió en
Ocaña el
9 de abril de
1828, desde el comienzo de la reunión, los asistentes se dividieron en tres fracciones: la primera estaba dirigida por el general,
Francisco de Paula Santander, Vicepresidente de la Gran Colombia que defendía una concepción
federalista del gobierno; la segunda, capitaneada por el propio Simón Bolívar, abogaba por un gobierno
Central; y, por último, una tercera, la de los independientes, en la cual militaban
Joaquín Mosquera y los indefinidos. La Convención fracasó porque ninguna de las propuestas para una nueva constitución fue aceptada; por esa razón, los seguidores de Bolívar resolvieron ausentarse de Ocaña el
10 de junio de
1828 y la reunión se quedó sin el cuórum reglamentario.
Creyendo que mediante su acción podría imponer el orden y mantener la unión de la Gran Colombia, Bolívar se declaró a sí mismo dictador el
27 de agosto de
1828, mediante el Decreto Orgánico de la Dictadura y queda abolida la Vicepresidencia de la República.
Bolívar inicialmente intentó perdonar a los que fueron considerados como conspiradores, miembros de la facción "santanderista". Eventualmente se decidió someterlos a la justicia marcial, después de la cual debieron ser fusilados los acusados de ser los directos implicados, algunos sin que quedara plenamente establecida su responsabilidad. El mismo
Francisco de Paula Santander, quien había sabido con antelación de la conspiración y no se había opuesto directamente a ella por sus diferencias con Bolívar, partió al exilio.
Bolívar dimitió de la presidencia el 20 de enero de 1830 en el
Congreso Admirable pero esta no fue aceptada hasta el 4 de mayo de 1830 concediéndosele una pensión de 3.000 pesos anuales.
Solo y desengañado, Bolívar emprendió un viaje destinado hacia
Jamaica y
Europa pero su enfermedad se lo impidió, y hubo de acogerse a la amistad y protección de un español, don Joaquín de Mier y Benítez, que lo invitó a quedarse en la
Quinta de San Pedro Alejandrino, al suroccidente de la ciudad de
Santa Marta, en el departamento del
Magdalena.
Muerte
El
8 de mayo de 1830, Bolívar partió de Bogotá acompañado de un grupo de amigos y políticos con solo 17 mil pesos, producto de la venta de su vajilla de plata, sus alhajas y sus caballos. El vicepresidente de Colombia
Domingo Caicedo le envió a Bolívar su pasaporte, pues éste tenía la intención de volver a Europa. En junio llegó a
Cartagena, donde los lugareños le animaron a seguir luchando, mientras que en Bogotá continuaba la campaña en su contra. El
1 de julio el general
Mariano Montilla le informó al Libertador del asesinato del
Gran Mariscal de Ayacucho, noticia que desilusionó tremendamente a Bolívar. A fines del mes vio publicada en la prensa la resolución del Congreso venezolano de romper relaciones con Colombia mientras el Libertador permaneciera en suelo colombiano. El agravio devoró la salud de Bolívar y sus seguidores le convencieron a no partir de Colombia.
Bolívar llegó a
Santa Marta en estado de postración el
1 de diciembre de
1830, tras una penosa travesía por el
río Magdalena desde Bogotá. A pesar del buen clima y las atenciones recibidas, su salud empeoró a los pocos días, teniendo algunos momentos de lucidez que le permitieron dictar su
testamento y su
Última proclama, donde un Bolívar gravemente enfermo clamaba porque su muerte, por lo menos, permitiera la consolidación de la unión y la desaparición de los partidos.
Finalmente, el Libertador Simón Bolívar falleció el
17 de diciembre de
1830, a los 47 años de edad, en la
Quinta de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta.
A la una y tres minutos de la tarde murió el sol de Colombia, según rezó el comunicado oficial.
Poco después de su fallecimiento, ya en
1831, la Gran Colombia —que estaba en disgregación debido a las disputas políticas internas que fragmentaron el orden constitucional— fue legalmente disuelta. Se establecieron así las tres repúblicas de
Nueva Granada,
Venezuela y
Ecuador, que quedarían bajo el liderazgo e influencia del neogranadino
Francisco de Paula Santander (regresado del exilio), del venezolano
José Antonio Páez, y de
Juan José Flores en Ecuador, respectivamente.
Historia de sus restos mortales
Los despojos mortales de Bolívar recibieron cristiana sepultura en el altar mayor de la suntuosa
Catedral Basílica de Santa Marta y allí permanecieron hasta el 22 de noviembre de
1842, cuando fueron exhumados para trasladarlos a su país de origen
Venezuela, cumpliéndose así el mandato de su
testamento.
Monumento a Simón Bolívar, con una corona de flores del Gobierno de Venezuela con motivo del aniversario de su muerte, en la plaza de Venezuela de
Bilbao (España).
Sus restos llegaron a Caracas el 16 de diciembre de 1842 en medio de una gran conmemoración oficial y fueron inhumados en la cripta de la Santísima Trinidad de la
Catedral de Caracas, santuario de mucha advocación de la familia Bolívar, que guarda las cenizas de sus padres, de sus dos hermanas y de la que fuera su esposa. Allí permanecieron en medio de plural satisfacción, hasta el definitivo traslado al
Panteón Nacional, el
28 de octubre de
1876, durante el gobierno de
Antonio Guzmán Blanco.
40
En
1947 el constituyentista
Andrés Eloy Blanco pidió ante el
Congreso que los restos de Bolívar no debían estar en un sarcófago en un material tan innoble como el plomo. En 1972 fue abierto el sarcófago (no la urna que contiene sus restos) y ésta se cubrió con una bandera de Venezuela elaborada en Gran Bretaña.
El
16 de julio de
2010, los restos mortales de Bolívar fueron exhumados por orden del gobierno venezolano de
Hugo Chávez para su análisis y tratar de comprobar si en realidad murió por causas naturales o fue asesinado. También se realizarán pruebas de ADN. Asimismo, fue cambiada la urna de plomo por otra hecha de
metacrilato sellada al vacío con detalles en oro y ésta será colocada dentro de otra urna hecha de madera de
cedrillo llanero, árbol maderero oriundo de Venezuela, con un escudo de oro.
41 42 A partir del día
24 de julio de
2010, una nueva bandera de la República Bolivariana de Venezuela, bordada por mujeres en siete zonas diferentes del país, cubre los restos mortales de Simón Bolívar.
43
El
15 de julio de
2011, la unidad Criminalística del
Ministerio Público de Venezuela que exhumó los restos de Bolívar informó que la causa de muerte no fue
tuberculosis como lo diagnosticó el médico que lo atendió en 1830 sino un
trastorno hidroelectrolítico,
44 Otras fuentes oficiales indicaban que la causa de la muerte no pudo determinarse.
45 El vicepresidente Jaua declaró que en los huesos no se encontraron rastros de tuberculosis crónica, aunque no descarta una “tuberculosis sistémica mucho más virulenta” que no habría llegado a penetrar los huesos.
El
24 de julio de
2012 el
Presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías presentó, en una transmisión conjunta de televisión, una imagen reconstruida digitalmente del rostro del héroe
venezolano a partir del estudio antropomórfico de su cráneo que se realizó tras la exhumación de sus restos en
2010, el cual se puede ver en la página oficial del Gobierno Bolivariano de Venezuela
46 junto con un informe preliminar elaborado por la Doctora Yanuacelis Cruz y el Doctor José Monque que no es concluyente acerca de la enfermedad que le llevó a la muerte.
47 48 49 50
Legado, honores, y culto a la personalidad
En general, Bolívar tuvo que compaginar en muchas ocasiones las obligaciones políticas con las militares por lo que muchas veces se ven entremezcladas entre sí. Sin embargo, la trascendencia de sus ideales políticos ha desembocado en un culto al personaje, vigente en muchas naciones latinoamericanas que se consideran herederas de su obra.
La gran cantidad de bibliografía bolivariana contrasta con la monotonía interpretativa y la infiltración de anécdotas que han servido para estructurar el culto bolivariano. Son pocas las obras históricas de carácter crítico sobre la vida y obra de Simón Bolívar. El romanticismo literario ha tenido mucho que ver con este proceso de idealización realizado por escritores que no eran historiadores y que crearon al principio la corriente de culto a Bolívar.
Culto a la personalidad
La figura y pensamiento de Bolívar han sido evocadas en América Latina por distintas corrientes políticas para defender sus ideas y proyectos, que van desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha. La sacralización de la figura de Bolívar es, sin embargo, muy notable en
Venezuela, siendo utilizada por los gobiernos de turno para justificar y blindar sus proyectos. Son notorios los esfuerzos realizados en este sentido por el presidente
Hugo Chávez, quien ha intentado conferir a la figura de Bolívar un carácter sagrado, haciendo de él un ser perfecto, intachable, lleno de virtudes e intocable.
El historiador
Germán Carrera Damas ha descrito el proceso de formación del culto a la personalidad de Simón Bolívar. Otro historiador venezolano,
Manuel Caballero, también dedicó varias obras a analizar la propagación de ese culto para fines políticos por parte de diversos grupos en Venezuela y fuera de ella.
51
Ya Páez, pese a sus conflictos con Bolívar, usó su figura para unificar a la población bajo su mando. Durante mucho tiempo numerosos parlamentarios venezolanos se habían negado a rendir culto a Bolívar. Recién el 30 de abril de 1834 los congresistas en tordo a Páez consiguieron aprobar un decreto que permitía el culto al llamado Libertador.
52 El decreto estipulaba, además, que Bolívar 'regresase' al congreso, al menos en forma de estatuas de mármol.
El 30 de abril de 1842
José Antonio Páez firmó un decreto en el que, entre otras cosas, se ordenaba repatriar los restos de Bolívar, llevar luto por ocho días si se era empleado público, celebrar un aniversario fúnebre en toda capital de provincia y dar días de luto a todos los empleados. Además, se ordenaba erigir efigies de Bolívar en todos los salones del Congreso y del Ejecutivo.
53
Páez no consiguió cambiar el nombre de Caracas por el de Ciudad Bolívar. Angostura sí recibiría este nombre en 1846.
El historiador Damas habla de una
concepción teológica de la historia en la que se veía a la Independencia como obra titánica de un solo hombre. El historiador alemán
Norbert Rehrmann comenta:
en los primeros años de la reconstrucción eran evidentes las ventajas de semejantes visiones. Después de todo, a todos los que iban contra estos mandamientos, los amenazaba el castigo del creador, aunque fuese en la forma de sus representantes en la tierra.54
Guzmán Blanco fue el segundo caudillo después de Páez que volvió a aumentar el culto a Bolívar. Se introdujo la moneda de El Libertador, que luego se llamaría Bolívar. Guzmán Blanco, que quería afianzar el centralismo, renombró la plaza mayor 'Plaza Bolívar' y encargó en Italia una estatua ecuestre de Bolívar para que ocupara el centro de ese espacio.